EDUCACIÓN CULTURAL EN LOS NIÑOS
Retomamos este blog de “Un papá Mago” con un post hablando sobre la educación de los niños en el mundo de la cultura y del espectáculo.
Porque creo que es fundamental la educación cultural en el proceso educativo de un niño.
Como forma de completar su formación cultural, así como la lectura, la escritura, el cole, etc…
Hay que llevar a los niños a ver espectáculos de todo tipo. Y una vez hecho esto, hay que educarles y acostumbrarles a ver, estar y comportarse viendo un show.
Y aquí es donde entra mi reflexión:
La (mala) educación de algunos niños en los espectáculos.
Como actuante, me encuentro a todo tipo de públicos infantiles diferentes. Y todo tipo de situaciones. Niños solos en un cumpleaños, con la familia, en un teatro…
Y en ocasiones me encuentro que la formación cultural de algunos niños deja mucho que desear. En cuanto al comportamiento me refiero.
Los niños se comportan como niños, con subidas y bajadas, son imprevisibles, emocionalmente hablando. Y esto puede suponer un éxito o un fracaso en el show. Y aquí es donde entra nuestro trabajo como Magos, o actuantes, dominar esas sensaciones y tener el control absoluto de la situación, que es la parte más difícil de cualquier show infantil.
Y esto se consigue con diferentes herramientas que tenemos todos los que trabajamos para los más pequeños, y que hemos adquirido a base de errores y muchas actuaciones.
El control de la atención funciona mucho mejor con la ayuda del niño, y de su costumbre y experiencia a la hora de ir a ver un espectáculo.
En ocasiones me encuentro que, aun con todo bajo mi control y un buen ritmo del show, hay algo que no está funcionando con determinado niño. Su comportamiento es disperso, molesto e irrespetuoso, hablando por encima, interrumpiendo e insolidario con sus compañeros de platea, los cuales sí que quieren ver el show.
Y, como bien sabemos, cada niño es un mundo, pero este comportamiento esta provocado, principalmente, por la falta de costumbre que tiene ese niño a la hora de ver un show.
Y el epicentro de este problema son los padres. Los cuales no han acostumbrado a ese niño a ir a ver espectáculos y, si le han llevado, no le han enseñado como hay que comportarse viendo una actuación.
Y esto no se consigue a base de regañinas, gritos, malas formas o castigos después de ver su comportamiento durante el show, que es lo que hacen algunos padres, y me piden disculpas al final. Se consigue inculcándole al niño una serie de valores artísticos y culturales que hacen que entienda y respete lo que está viendo.
Y sobre todo, acostumbrándoles desde bien pequeñitos.
Muchas veces tenemos miedo de llevar a los niños a ciertos espectáculos porque son pequeños. Es cierto que hay espectáculos que no son adecuados, pero hay algunos pensados directamente para bebes. Y es a estos a donde hay que empezar a llevarles. Ahí empieza la educación cultural.
Y debemos respetar una serie de pautas a la hora de iniciarles en el mundo del espectáculo, como espectadores. Unas pautas que guiaran al niño al disfrute del espectáculo, para que se acostumbren a ello y que lo vean como algo divertido…y necesario.
• Nunca obligarles. Si les da miedo lo que ven, pues nos vamos, no pasa nada. No deben de coger un trauma o miedos, y poco a poco intentar superarlo con nuestra ayuda.
A mi hija mayor, de pequeña, le daba miedo el sonido alto de algunos shows o del cine. Y le compramos unas orejeras para el frio. Ella se las ponía y tan contenta. No hacían gran cosa, ni reducían el ruido, pero actuaban como placebo y ella se sentía protegida y con la sensación de que la habíamos ayudado a disfrutar de eso que tanto le gustaba, pero que le daba miedo por el sonido.
• Informarles de a dónde vamos varios días antes. Y contarles con todo detalle como es el sitio. Crearles una expectación positiva.
• Enseñarles a respetar al artista y que interactuar con el actuante forma parte del espectáculo. Muchas veces, sobre todo en cumpleaños, veo que el papá o la mamá están mandando callar al niño que esta interactuando con el show, porque piensan que está interrumpiendo. Esto es totalmente perjudicial para el niño y para mí como Mago, ya que le están haciendo creer al niño que interactuar está mal y que es molesto. Y perjudicial para mí, porque cuando realmente necesite su interacción no me la va a dar. Normalmente termino dirigiéndome al papá indicándole que no se preocupe, que está todo bien.
Es muy distinto interactuar con el show que estar molestando.
• Animarles a participar, participando nosotros mismos, enseñarles cuando hay que aplaudir, que nos vean reírnos, colaborando, aplaudiendo, y que lo que vean como algo normal.
• Como un refuerzo positivo a su comportamiento o a sus obligaciones. Es un premio.
Normalmente se nota la falta de cultura del espectáculo que tiene un niño, por sus actitudes. Porque, no es que quiera formar parte del espectáculo de una manera muy activa o desmesurada, que también pasa porque se ponen nerviosos y quieren colaborar más de la cuenta, es porque se levantan, se ponen a hablar con cualquiera, dando gritos, como si el show y el artista no estuviera allí, etc..
Y esto está principalmente provocado por la costumbre que tengan de ir a ver shows, por la educación que se les haya dado en general y, finalmente, por la actitud de los padres en este tipo de eventos. Porque a veces las actitudes de los padres son mucho peores que la de los niños. Y los niños aprenden de lo que ven…
Yo personalmente he mandado callar a algunos padres o echarles de la sala donde estamos haciendo el show, porque estaban hablando a voces, sin hacer caso, y distrayendo a los niños, y eso es muy perjudicial para el show, y una muy mala educación para los niños.
Si les educamos ahora en la cultura del espectáculo, las nuevas generaciones estarán acostumbradas, y, con suerte y tesón, nunca jamás volverán a pasar cosas como esta en ningún tipo de espectáculo.
En definitiva, hay que inculcarles a los niños el respeto y el interés por el espectáculo y el artista, porque será muy bueno para su formación cultural en general, y esto se consigue acostumbrándoles desde pequeños y enseñándoles a respetar y a disfrutar del show.